Quitar pintura al óleo de tu ropa en cinco pasos

Seguro que estás utilizando ropa apropiada para pintar: quizá alguna prenda vieja y cómoda que te permita moverte por el lienzo con facilidad o incluso un chándal. De hecho, sabemos incluso de alumnos que utilizan guantes de látex porque han sufrido al quitarse la pintura de las manos, en especial de las uñas… ¿Sabías que existen guantes solo para los dedos?

Como enseñamos en nuestro Curso de Pintura, en cualquier caso, lo cierto es que a la hora de pintar la inspiración y la creatividad ganan a la precaución, por lo que es muy probable que al final tu atuendo quede también hecho un cuadro.

Si este es tu caso y te has manchado con pintura al óleo, no des por perdida la prenda, artenauta, porque hoy te enseñamos en cinco pasos cómo quitar pintura al óleo de tu ropa. Lee bien estos consejos antes de empezar y aplícalos con sabiduría.

¿Conoces algún truco infalible que nadie sepa para eliminar manchas de pintura? Déjalo en los comentarios.

Una advertencia antes de comenzar. Antes de proceder, ten siempre en cuenta que cada prenda es un mundo. Cada tejido puede tener características únicas y especiales, por lo que revisa bien la información de sus etiquetas y aplica el sentido común antes de lanzarte a estos métodos. Si valoras que el daño es grave o la prenda demasiado valiosa, no descartes la ayuda de un profesional.

Y ahora que has leído esto, ¡vamos allá!

Pasos para quitar pintura al óleo de tu ropa:

Paso 1: ¡No utilices agua!

La primera reacción al mancharse suele ser siempre utilizar agua y jabón, pero cuando estás trabajando con óleo este será en realidad el último paso. Lo peor que puedes hacer en un primer momento será enjuagar con agua, ya que haciendo esto empeorarás la mancha y al final esta será más difícil de eliminar. Recuerda que el óleo es una pintura hecha a base de aceite y, como sin duda sabrás, el agua y el aceite no se mezclan.

Paso 2: ¿Es una mancha reciente o está asentada?

Una vez aclarado el tema del agua, el primer paso que debes dar será tratar de reducir cuanto sea posible la mancha valiéndote de instrumentos cotidianos, antes de atacar con la química. Debes saber valorar en este punto la consistencia de la mancha para ver cómo proceder.

Si la pintura está húmeda, ayúdate de una cuchara o una espátula para quitar el exceso de mancha. Si ves que está seca, frótala con un cepillo de cerdas gruesas o raspa con cuidado con cualquier otro utensilio antes del siguiente paso.

Paso 3:  Utiliza un disolvente

La mayoría de los botes de pintura te indican cuál es el mejor disolvente para cada mancha en función de su tipo. El más recomendado suele ser la trementina, aunque es muy importante que tengas también en cuenta el tipo de tejido de la prenda, ya que algunos disolventes pueden llegar a ser nocivos sobre ciertos materiales.

Si tu prenda es muy delicada para el disolvente, sáltate los puntos 4 y 5 e intenta directamente el método que te indicamos al final del artículo.

Paso 4: Aplica el disolvente.

Cuando te hayas decantado por algún disolvente en particular, dale la vuelta a la prenda y aplícalo en la zona afectada con ayuda de toallas húmedas o papel. Es buena idea también crear una especie de barrera con papel, o cualquier material desechable, por el otro lado del área para evitar que la mancha traspase a otras zonas limpias y el problema se agrave.

En función del tipo de mancha, será probable que tengas que repetir el proceso un par de veces. Ten en cuenta, eso sí, que debes ir cambiando en cada repetición las toallas húmedas o de papel para no extender más la mancha.

Paso 5: Remoja la prenda y lávala.

Una vez disuelta la mancha, llega el momento de usar agua (ahora sí). Remoja la prenda en agua tibia para quitar los excesos de disolvente y cualquier mínimo resto de pintura que pueda haber quedado.

Finalmente, solo quedaría lavar tu prenda como lo haces regularmente, bien sea a mano o en lavadora, para asegurarte de que no quede ya ningún rastro de esa mancha que tantos quebraderos de cabeza te ha dado.