¡Hola, Artenauta! ¿Te gustaría aprender a pintar con óleo y no sabes nada acerca de esta técnica?
Hoy vamos a contarte qué es la pintura al óleo, de dónde viene, qué cualidades y ventajas presenta frente a otros materiales, de qué está compuesta y cómo se trabaja con ella.
¿Cuándo se inventó la pintura al óleo?
La pintura al óleo es un material que lleva utilizándose desde la Edad Media. Su invención se suele atribuir a los hermanos pintores Van Eyck, aunque parece ser que su papel consistió en mejorar la fórmula de un tipo de pintura que otros artistas ya habían utilizado anteriormente para pintar cuadros.
Previamente, el uso del temple ya estaba extendido. Aquel tipo de pintura utilizaba yema de huevo como aglutinante del pigmento. El aglutinante es la sustancia que mantiene unido de forma fluída el pigmento, es decir, el color en polvo. Cuando el aglutinante seca, mantiene la mancha de color fija a lo largo del tiempo sobre el soporte.
¿Qué cualidades y ventajas presenta la pintura al óleo?
En el caso del óleo, el aglutinante es el aceite (de ahí su nombre). Al sustituir la yema de huevo por aceite, los artistas percibieron que la pintura, al secar, mantenía un color mucho más vivo y brillante, era más cubriente sobre las capas de pintura anteriores y, como tardaba más en secar, les permitía mayor tiempo de reacción para trabajar y corregir los errores.
El óleo presenta múltiples ventajas frente a otro tipo de material para el aprendizaje de la pintura, pues permite equivocarse y rectificar prácticamente todo lo que necesitemos hasta que consigamos plasmar la imagen que perseguimos.
Es por eso que la pintura al óleo se sigue utilizando desde entonces, con variaciones y mejoras en su composición.
¿De qué se compone la pintura al óleo?
Sus ingredientes principales son los pigmentos (el color en polvo), algún aceite vegetal como el de lino, linaza, nuez, adormidera o cártamo (el aglutinante) y aditivos como plastificantes, secantes, conservantes y ceras (para evitar la separación del pigmento y el aceite, acelerar el secado y mantener las cualidades de la pintura.
Al contener aceite, es una pintura grasa, y por tanto no seca por evaporación sino por oxidación, de fuera a dentro. Esto es importante conocerlo para saber cómo trabajar correctamente con él.
¿Cómo se usa la pintura al óleo?
La pintura al óleo se puede hacer más fluida de dos formas: disolviéndola o diluyéndola.
Los disolventes más usados para el aceite son la esencia de trementina, el White Spirit o el aguarrás. Cuando disolvemos la pintura con estos compuestos, la hacemos más fluida, mucho más traslúcida y restamos cantidad de grasa (es decir: mas magra), por lo que seca antes. Pero a su vez, estamos restando vida al color y quebrando cualidades de la pintura. Estos compuestos también se usan para limpiar los pinceles y la paleta.
Los diluyentes más usados son los médiums o una mezcla de aceite y esencia de trementina. Cuando diluimos la pintura, la hacemos más fluida, un poco más traslúcida y tardará más en secar, por contener mayor cantidad de grasa.
Estos conceptos de graso y magro son fundamentales para saber cómo trabajar correctamente con el óleo.
¿Cómo pintar con óleo?
Habitualmente, cuando pintamos, lo hacemos superponiendo capas. Podemos trabajar en diferentes sesiones, esperando a que la capa anterior seque un poco para que los colores no se nos ensucien al pintar. Esto sería lo más adecuada cuando estamos aprendiendo, y la técnica que deberíamos aplicar sería la de “graso sobre magro”.
Se trata de trabajar desde lo magro (debajo) hacia lo graso (por encima), así que las primeras capas estarán disueltas con trementina, White Spirit o aguarrás e iremos restando cantidad de disolvente haciendo la pintura algo más espesa en las siguientes capas.
Una vez que la cantidad de disolvente sea pequeña y la pintura empiece a resultarnos más espesa, empezaremos a añadir en cada capa una cantidad mayor de médium o aceite para convertirla en más grasa cada vez.
El orden de capas sería algo así:
Cuando la pintura seca, lo hace de fuera hacia dentro, así que esta técnica evita que nuestra obra sufra craquelados o resquebrajamientos debido a las diferentes velocidades de secado, pues la pintura disuelta en trementina seca antes, y la diluida con aceite o médium alarga muchísimo más los tiempos.
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